LO QUE ME GUSTA (5)
Me gusta escuchar historias, de lo que sea, pero bien contadas, con acompañamiento musical o con dibujos hechos en el aire. Me gusta jugar a adivinar con mímicas programas de televisión, libros o películas. Reírme hasta quedarme sin aire y terminar tomando una gran bocanada que produzca un ruido molesto. Molestar a la gente mientras les muestro mis frenillos llenos de comida (sólo a los de confianza).
Me gusta ponerme lápiz negros en los ojos. Y las ojeras, bien profundas, de sueño o de herencia, de no dormir o de hacer más cosas de la cuenta. Ver fotos, todos los álbumes de cuando la gente que conozco estaba pequeña.
El helado y la malteada de chocolate con Papitas Caleñas naturales o parrillada, sobre todo cuando son antojos locos de Ventolini 2x1. También el jugo de guanábana y el chontaduro con mucha miel y un poquito de sal. Y el cholado, pero de puro hielo y sin frutas, con tanta lechera como para quedar es un estado medio raro. Me gusta tomármelo en la tarde y en cualquier parque del centro de Cali (esto lo descubrí hace poco).
Me gusta recibir cartas o papelitos con noticas y guardarlas para luego leerlas en las noches donde sólo quiero escuchar música y pensar en las cosas bonitas de la vida, o las tristes. También leer blogs, los que hablan de cosas personales, que salen del interior, como éste.
Me gusta ponerme lápiz negros en los ojos. Y las ojeras, bien profundas, de sueño o de herencia, de no dormir o de hacer más cosas de la cuenta. Ver fotos, todos los álbumes de cuando la gente que conozco estaba pequeña.
El helado y la malteada de chocolate con Papitas Caleñas naturales o parrillada, sobre todo cuando son antojos locos de Ventolini 2x1. También el jugo de guanábana y el chontaduro con mucha miel y un poquito de sal. Y el cholado, pero de puro hielo y sin frutas, con tanta lechera como para quedar es un estado medio raro. Me gusta tomármelo en la tarde y en cualquier parque del centro de Cali (esto lo descubrí hace poco).
Me gusta recibir cartas o papelitos con noticas y guardarlas para luego leerlas en las noches donde sólo quiero escuchar música y pensar en las cosas bonitas de la vida, o las tristes. También leer blogs, los que hablan de cosas personales, que salen del interior, como éste.