ME QUEDÉ UN RATO PARA VERLO

Caminando esta mañana hacia uno de mis tantos destinos hoy, pasé por la cancha de mi barrio, esa que en las noches se llena de "jóvenes inquietos por las experiencias seductoras de la droga". Hoy no tenía a los típicos viejitos trotando y a las señoras con los palos de escoba tratando de sacar cintura para luego irse para San Andrés con la plata de las mil rifas. Hoy estaba llena de niños de todas las escuelas que hay por mi barrio. Uniformes de diferentes colores, las graderías llenas, buses afuera parqueados y las voces agudas con tono de sorpresa.

Yo, acelerada. Pasé por la reja y lo ví. Había un globo de verdad, gigante, de colores, como los de los libros de cuentos, como en las películas o los muñequitos infantiles. A mis pocos veinte años, los únicos globos que había visto eran los que mi papá armaba el día de las velitas y lo ponía a volar con mi tío Julio. Hoy era uno de verdad!!!!

No podía creer el sonido del fuego y el aire empujando ese globo para el cielo. Seguí caminando y empecé a ver la otra cara del globo. No estaba sólo el señor al interior del globo. En la aprte soperior de éste, estaba tremendo logo gigante de las galletas minichips. Me reí mucho y seguí caminando y pensando en este post.

Mi blog merece tener la desilusión de quien esperaba ver un globo volando sólo porque alguien muy ingenioso quiso dar la vuelta al mundo por el aire; y la dicha de escribir sobre lo que más me gusta comer: chocolate.... como las galletas con minichips.