LO QUE ME GUSTA (1)
Aunque es mi mamá quien me cuenta que desde que empecé a caminar lo hacía empinada, fui yo quien descubrió lo divertido que era hacerlo al compás de la música. Y es que me encanta bailar. En el colegio bailaba en el representativo, pero fue en la universidad donde fui consciente de ese placer (y eso que lo descubrí haciendo danza contemporanea, que me parecía una boleta, además no entendía por qué bailaban con body y sin brassier). Obviamente, ni antes ni ahora me pierdo la posibilidad de una buena rumba, eso sí acompañada de un parejo hombre.
Y es que cuando salgo no me gusta estar sola, me encanta y necesito estar acompañada, poder hablar y hablar, y hablar mientras camino, eso sí, sin que llueva. Me encanta el sol, el día y el calor. La noche me gusta para estar sola o acompañada por poca gente, la más importante, la más cercana, la más íntima.
Amo la ciudad, confieso que prefiero el humo de los carros que el olor a caca de vaca. Me encanta el gris del asfalto al lado de colores cálidos o en medio de una tarde soleada. Aunque me quejo por cualquier bobada, trato de disfrutar la vida, de disfrutar como si fuera grande.
No me gusta ser pequeña, nunca estoy conforme con mi edad, siempre quiero ser mayor, aparentar y portarme como alguien de más edad. Me encantan las responsabilidades, sentirme importante y que de mí dependan ciertas decisiones. A veces digo que quisiera parecer de 30 y hasta de más edad... imaginarme ahí... exitosa, reconocida.